El país es multicultural. Desde cada vértice que se le observa, uno puedo darse cuenta la pluriculturalidad que tiene frente a sus ojos. Y gran parte de esta multiculturalidad se ven en las danzas que se practican dentro de Llocllapampa. Entre las danzas mas representativas están; por ejemplo: Enero, los corcovados; Febrero o Marzo, los carnavales; Julio, la Tunantada.
Pero existen, aun, danzas que fundadas como culturales desnaturalizar al Hombre y al animal. Las corridas de toros, las peleas de gallos, el jalapato y otras representaciones conocidas por estos lugares que no fundamentan sus prácticas salvajes hacia los animales.
En caso nuestro, recuerdo aun, que, en las fiestas de Carnavales, se hacían los famosos Jalapatos donde propiamente se le colocaba un alfiler en la cabeza del pato y luego se le invertía la posición colocando en un lugar alto donde no pueda ser tan sencillo de lograr el cometido, luego el chalán, montando en su caballo, tiraba o trataba de llevarse el trofeo que simbolizaba la cabeza del pato.
Estas prácticas inhumanas todavía no han sido desterradas de Llocllapampa, y en algunas fotografías que me mostró un amigo todavía se muestran el grado de deshumanización que existe todavía en nosotros como simples espectadores o como practicantes de esta burda forma de celebración que se hace aún en este territorio.
Claro esta que, las corridas de toros y el Jalapato, son rezagos de la cultura europea y mestiza que se entrelazaron y como resultado tenemos estas formas inhumanas que se practican por muchos lugares del país y que se afincaron en la cultura del peruano como un medio de celebración. Ahora, sería muy interesante conocer el por qué de la sobrevivencia del jalapato en Llocllapampa.
En conclusión, podría decir que ya es tiempo de tomar otros medios de celebración y no usar de pretexto a animales que deben ser destinados a la alimentación en la familia, pero no al maltrato y sadismo con los que son objeto de uso
“…La muerte y la tortura
No es arte ni cultura…”
